Desde luego son un elemento tranquilizador para los clientes. Saber que el restaurante en el que estarás la próxima hora comiendo sin mascarilla goza de una buena ventilación, porque así lo estás comprobando en un medidor de CO2 es un elemento más de seguridad y tranquilidad para trabajadores y clientes.
Pueden ser incluso más útiles como medida de prevención que hacer que el camarero mida la temperatura de los clientes al entrar en el local con un termómetro de pistola. Una señal inequívoca de buena práctica en un local de hostelería es disponer de un indicador del CO2 existente en la entrada a la sala con una breve explicación de lo que representa esa lectura.